Se nos pincharon las cuatro ruedas de la mala suerte;

Quiero que me digas que me necesitas, que te encantan mis clavículas y que las recorras de norte a sur, de este a oeste. Quiero que me hagas la persona más feliz del universo, que pasemos el mayor tiempo juntos, que en las tardes frías de domingos abraces mis huesos, incluso cuando tiriten porque te echan de menos. Quiero que cuando me abraces y cierres los ojos pienses que el tiempo va a detenerse; y cuando los abras veas que seguimos ahí, juntos y agarrados, como si no hubiera nada ni nadie, nunca, que pudiera acabar con nosotros. Quiero que sigamos descubriendo más horas infinitas, nosotros, y ya está, sólo nosotros, porque cuando esto sucede sé que tenemos a la felicidad agarrada, y bien fuerte, tanto como para quedarse... pasado, presente y sabemos que futuro.