domingo, 18 de septiembre de 2011

Que me engancho a la bebida cuando noto que me olvidas.

Cada mañana, algo nace en todo el mundo: un bebé, una poesía, una catástrofe, una enfermedad, un enamoramiento, una amistad...
Algo nace cada mañana, pero no muchos de esos nacimientos permanecen vivos mucho tiempo. Pueden interrumpirse por un infidelidad, un enfado, un mechero o simplemente unos medicamentos. Pero si algo sé con certeza, es que nadie puede despegarme de ella: ni los médicos, ni la ciencia, ni las luchas, ni nada ni nadie, ni siquiera el destino.

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